Acepté la oscuridad de la noche y lloré.
Ahora que presiento está llegando el alba, procuraré mi vigilia.
Respirar hondo y retomar la marcha.
No olvidaré jamás la risa de mi padre.
Y su melodía le hará cosquillas a mi sonkoy, tal como ahora.
La tristeza también se va.
Ahora que presiento está llegando el alba, procuraré mi vigilia.
Respirar hondo y retomar la marcha.
No olvidaré jamás la risa de mi padre.
Y su melodía le hará cosquillas a mi sonkoy, tal como ahora.
La tristeza también se va.