Se puede decir que colecciono ventanas.
Con o sin cámara, retengo esas presencias y las exploro.
Cerradas o abiertas, con cortinas o con persianas, grises o de colores, con plantas sin plantas. Siempre insinuan algo mas profundo de lo que aparentan.
La condición de frontera que se experimenta ante una ventana es comparable a la incertidumbre: hacia afuera o hacia adentro existe algo que ignoramos.
Ahí comienza el deseo. Luego, la búsqueda.
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3 comentarios:
Me gustan más las ventas cuando están abiertas. Beso, Viqui. Qué bueno que hayás vuelto.
Es un tema recurrente en mi terapia y en mis fotos, vos lo sabés. Hoy no sé si abrir o cerrar una, y me da tanta intriga que no creo resistirme. Lo incierto tiene ese nosequé que le pone un piripí tan angustiante como excitante a la vida.
Está hermosa la foto.
me encantó
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