domingo, 28 de junio de 2009

Acepté la oscuridad de la noche y lloré.
Ahora que presiento está llegando el alba, procuraré mi vigilia.
Respirar hondo y retomar la marcha.

No olvidaré jamás la risa de mi padre.
Y su melodía le hará cosquillas a mi sonkoy, tal como ahora.
La tristeza también se va.



sábado, 20 de junio de 2009

De mis neurosis

Admití hace unas semanas que con la edad me estoy volviendo intolerante. No digo que se trate de una virtud, ni me enorgullezco del caso; sino por el contrario, trato de contar hasta 10 cuando el tránsito está lento y yo voy requete apurada, respiro profundo cuando escucho alguna trivialidad ajena enunciada con convicción y me hago de la mejor paciencia cuando me dejan esperando mas de 15 minutos. En suma, trato de controlar mi neurosis.
Sin embargo, hay cosas que nunca voy a compartir, aunque logre comprender porque algunos lo hacen. De entre las más livianitas (para no entrar en la movida de las injusticias sociales y otras yerbas- es sábado a la noche), está la gente que declara abiertamente no ser simpatizante de los Beatles y mucho menos de Jhon Lennon (¿como se puede?).
Aquí subo esta canzonetta para que todos la disfrutemos.



No es preciosa?
Oh darling stand by me...

jueves, 18 de junio de 2009

Acerca de los parientes

Anoche fui a ver Agosto, la obra de teatro en la que actúan Norma Aleandro y Mercedes Morán, además de un gran elenco. Me encantó. No solo que siempre es un placer verla a la Aleandro, sino que además, la historia, mama mía; una de secretos, silencios y entreveros familiares que da calambre.
Fuimos con mi hermana Lucía y salimos bastante golpeaditas; ella, preguntándome porque no habíamos elegido algo así como Arráncame la risa con Valeria (a quien cada día esa tarjetita le da más) y yo, pensando lo peligroso de algunos vínculos familiares; sobre todo aquellos en los que se naturalizan excesos y violencias solo porque hablamos de parientes.
Una de mis revoluciones preferidas es la que tiene que ver con los afectos. Que las relaciones que uno quiere preservar gocen de buena salud no es tarea fácil. Pero así como anhelo un techo para todos, lo mismo deseo para con el cariño. Todos tenemos el derecho de que alguien nos quiera y, también, todos tenemos la obligación de querer a alguien. Y esta es una causa infatigable en la que no quiero claudicar.

martes, 16 de junio de 2009

Elecciones 2009

Declaro que no voto y que no voy a hacerlo.
Se de memoria que en un país marcado por las dictaduras militares, la posibilidad de votar es un triunfo que no se puede subestimar.
Pero, como no creo en el sistema electoral ni en la forma de elegir a los representantes, no me molesto en hacerlo y tampoco siento culpa.
Prefiero el ausentismo al voto en blanco, porque el voto de la mayoría no representa más que eso, el voto de la mayoría. Y el voto directo no debería utilizarse para la elección de nuestros gobernantes, sino para la decisión de aceptar o no aceptar las medidas que toman esos gobernantes.
Podrán decir que lo mío es desinterés y que por gente que actúa como yo, las cosas siguen como siguen, y que es más fácil escribir en un blog haciendo la contra, que intentar cambiarlas desde adentro. Yo también lo creo, pero no encuentro la manera de hacerlo distinto, además necesitaría más gente.
Lo cierto es que este monstruo es grande y ya sabemos cuan fuerte pisa.

martes, 9 de junio de 2009

De los nuestros

Palabra
Ay palabra que me permites
ay palabra que me habilitas
ay palabra que me generas
ay palabra que me re-generas
palabra que gritas pena
palabra que explotas pasión
palabra que fluyes en amor
palabra que rompes cadenas
palabra que eres puerta
palabra que eres bálsamo
palabra que eres carreta
palabra que eres canoa
que me llevas por tus ríos
al mar de los alivios
Ay palabra que me esclavizas
Ay palabra que me liberas
Ay palabra que me construyes
Ay palabra que me destruyes
Palabra que debo cuidarte
palabra que debo mimarte
palabra que debo pensarte
palabra que quiero amarte
Palabra que eres poeta
Palabra que eres acto
palabra que eres lazo
palabra que eres latigazo
Pero que puedo hacerte MIA
y así desanudarme
y así desnudarme
María Laura Nuñez

domingo, 7 de junio de 2009

Quiero ver



No conocía esta canción, la escuché anoche y me encantó.
Me gusta la idea de sentir el amor y poder cantarlo.
Descubrir las ganas de ver su risa todo el día.
Desear que sea el otro quien te cure las heridas.
Entregar sin reparos el corazón.
Y dejarse querer.
Sobre todo eso.

viernes, 5 de junio de 2009

Rewind

Esta canción me trae recuerdo a infancia.
Era solo cuestión de poner el cassette en el grabador y sentir que Luis entonaba enérgico el "quiero abrazarte tanto".
Esta noche volvimos a escucharla, ya con muchos más años y desde el youtube.
Lo mágico del caso es que a los dos nos pareció tan bella como en aquél entonces.


La calidad del video deja tantísimo que desear, pero la subo igual.
Que joder con la prolijidad.

miércoles, 3 de junio de 2009

Vómito

Quiero hacer una descarga.
Decir que estoy harta de los subtes que van llenos (siempre); de las puertas con las que te agarrás los dedos (a veces); de los horarios rígidos y los plazos, aún, mas rígidos; de las obras sociales que priorizan su tranquilidad económica al bienestar de los pacientes (siempre); de la gente que te va pateando sin darte una respuesta (a veces); de sentir frío, calor, frío, calor (últimamente); de la impotencia (siempre últimamente).
Por suerte la lista no sigue mucho más, sino esto se convertiría en un calvario.
Un, dos, tres, respiro.

lunes, 1 de junio de 2009

Sobre la arbitrariedad de la música en los transportes públicos

Me pasa que últimamente solo leo ficción en los transportes públicos. Diez minutitos de mi casa al laburo y a la inversa, veinte en lo que voy a clases, quince en alguna salidilla y así. No es que me enorgullezca del caso, sino muy por el contrario, me fastidia. Pero entre quedarme sin leer una novela, prefiero ir haciéndolo en muy, pero muy, pero muy, brevísimos episodios. Es más, cuando me voy aproximando hacia alguna parada o estación, comienzo el ritual de sacar el libro y llevarlo en la mano para no perder ni un minuto del suceso.
Dicho ceremonial solo es profanado cuando algún hereje conductor decide convidarnos a todos con música en su más altos descivéles. Normalemente los ritmos son o latinos, o melódicos, o tropicales. Cuando eso sucede, primero hago berrinche por dos cosas: la arbitrariedad del chofer y mi débil poder de abstracción. Después, abatida, dejo que mi voz entone la canción; porque -muy a mi pesar- suelo conocerlas en su mayoría.