miércoles, 26 de noviembre de 2008

Finding Neverland

Mientras sucedía la noche, Peter Pan se apareció nítido en la conversación.
Resulta que el muchachito disfruta a lo loco con esto de ser residente de Nuncajamás y tiene un hada diminuta siempre a su lado que -cuando no encela- lo protege de los garfios del pirata.
Su condición de niño eterno lo salva de la rutina y de las marcas propias del paso del tiempo.
De alguna manera sospecho que todos buscamos nuestro Nerveland; lo que se nos complica es el viaje, no es sencillo encontrar vuelos sin escala al país de Nuncajamás.

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