Como consecuencia de la tan esperada tormenta, esta mañana el microcentro porteño se vio colapsado de paraguas. Alrededor de las 9 a.m. en calle Florida, las sombrillas comenzaron a circular de manera exagerada, rosándose las unas a las otras mientras procuraban mantener aislados a los transeúntes de las copiosas y constantes gotas de lluvia.
El espectáculo fue un despliegue de colores, tamaños y formas, al mejor estilo Giordano.
Después de una semana de asfixiante calor, no solo llegó el viernes, sino también el baldazo de agua fría.
Buen pronóstico para el fin de semana, paraguillas a lucirse.
2 comentarios:
PORQUE EL PARAGUAS Y NO MOJARNOS?
SIEMPRE EVINTANDO LA ESPONTANEIDAD QUE IMPLICA LA LLUVIA, Y EL MOMENTO DE SER MOJADO..
ya me olvide lo q te iba a firmar, justo lei lo del karaoke del amor y dan ganas de ponerse un moño rojo y subir. ¿te suena?
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