lunes, 16 de junio de 2008

Una lectura

Dos cosas extrañas sucedieron hoy:
-prendí la tv
-miré el programa de la Legrand durante -aproximadamente- 5 minutos.
A propósito de tales acontecimientos, la siguiente lectura:

Al almuerzo estaba invitado el plantel del campo a pleno (De Angeli, Buzzi, la Carrio, Miguens y toda la mar en coche) y para recibirlos la sra. vistió rojo punzó de pies a cabeza (una suerte de Manuelita Rosas mucho mas entradita en años).
No puedo reconstruir todo el episodio, solo puedo decir que a la Chiqui la vi preocupada, dijo que la angustiaba pensar siquiera la posibilidad de una guerra civil, que no podía tolerar que se generen conflictos entre los ricos y los pobres, algo que nunca había pasado en este país...

Apagué el televisor y pensé que mi tolerancia tiene un límite.
Uno puede estar de un lado o de otro, cada uno con su rollo. Pero una cosa es la postura y otra la negación. Sé que a la sra. no debe pedírsele demasiado, pero no me creo lo de la inimputabilidad de la vejez.
Quien nace cabrón ha de seguir de igual modo, lo que me sorprende es que ni siquiera se sonrojen. Cada quien puede decir lo que le plazca, pero por favor, un poquito de respeto.


3 comentarios:

Julio dijo...

Vieja zorra!!! Qué asquito!!

Gonzalo Karam dijo...

Realmente no me sorprende de la mujer esa!!
Cirujanooo estirelaaaaa!!!

victoria dijo...

Así es compañeros la sra es un asco que perdió el juicio entre quirófano y quirófano.
Una bronca.