En la charla de anoche bloggers y ex bloggers estuvimos comentando acerca de los motivos por los que abrimos, cerramos o decidimos mantener las páginas. En el debate se mencionaron palabras tales como catarsis, intimidad, información, esparcimiento y hasta promiscuidad.
De los ex, hubo quienes dijeron extrañar sus blogs (incluso algunos, envalentonados por el alcohol de las cervezas, prometieron reinaugurar su página). De los que aún postean con cierta regularidad, se rescata aquel que adquirió renombrada fama.
Lo cierto es que durante el día de hoy le estuve dando vueltas al asunto del Espanta Pájaros y su razón de ser. Llegué a la conclusión de que aquí viene a parar todo lo que se le ocurre a esta mi "loca" cabecita, sin meditar quizás en las consecuencias de la publicacion.
Recuerdo que cuando recién abrí el bulín un amigo me dijo que la escritura le resultaba un tanto críptica. Por suerte a mi alegato lo presentó mi abogada y defendió el cripticismo a partir de lo consecuente del nombre. Que pretendés, si se llama espantapájaros, fueron sus palabras.
Asentí y junto con esa afirmación tuve la revelación de que el lector imaginario no existe. Dejé de lado a Iser y su inmanentismo y desde entonces solo presto atención a los comentarios que dejo y me dejan.
En conclusión, tener un blog no es cosa seria ni mucho más, pero tampoco se sostiene por las bondades mágicas del ciberespacio. Hay que tener al menos un deseo que se convierta en post y asumir con pecho frío el número cero al pie de cada uno de ellos. Un poco y un poco y vamos armando.
(Ratita este para vos que sos fenomenal, loqui)
De los ex, hubo quienes dijeron extrañar sus blogs (incluso algunos, envalentonados por el alcohol de las cervezas, prometieron reinaugurar su página). De los que aún postean con cierta regularidad, se rescata aquel que adquirió renombrada fama.
Lo cierto es que durante el día de hoy le estuve dando vueltas al asunto del Espanta Pájaros y su razón de ser. Llegué a la conclusión de que aquí viene a parar todo lo que se le ocurre a esta mi "loca" cabecita, sin meditar quizás en las consecuencias de la publicacion.
Recuerdo que cuando recién abrí el bulín un amigo me dijo que la escritura le resultaba un tanto críptica. Por suerte a mi alegato lo presentó mi abogada y defendió el cripticismo a partir de lo consecuente del nombre. Que pretendés, si se llama espantapájaros, fueron sus palabras.
Asentí y junto con esa afirmación tuve la revelación de que el lector imaginario no existe. Dejé de lado a Iser y su inmanentismo y desde entonces solo presto atención a los comentarios que dejo y me dejan.
En conclusión, tener un blog no es cosa seria ni mucho más, pero tampoco se sostiene por las bondades mágicas del ciberespacio. Hay que tener al menos un deseo que se convierta en post y asumir con pecho frío el número cero al pie de cada uno de ellos. Un poco y un poco y vamos armando.
(Ratita este para vos que sos fenomenal, loqui)
2 comentarios:
yo ahora me sume q esto del blog.. y si.. creo q un poco un lugar de catarsis.. y como decis..de poner lo que hay en la cabecita...es distinto escribirlo, a decirlo..a que quede ahi, dando vueltas como ideas...
esto de llenar "la pagina en blanco"... es toda una tarea..mas o menos seria, eso no se.
besos
Ratita:
Antes que nada gracias por dedicarme este post, como ya lo dije a pesar de ser una ex bloggers, sigo este hermoso espantapajaros.
Vos tambien fenomenal loqui.
Eva (quiero firmar con mi blog pero no puedo, hasta la pc se dio cuenta que yo no uso mi blog)
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