Al principio creía que lo difuso era culpa de mi visión reducida.
Después se lo atribuí al sueño de la mañana.
En un tercer momento aluciné un montaje.
Hubo quienes quisieron pensarse en Londres.
Otros -los menos- rememoramos el hollín cañero y negro.
Lo cierto es que el humo copó la ciudad.
Como verán, esta mañana no alcancé a ver el sol
1 comentario:
No sé si es humo, Victoria. Ya dudo. Puede ser que la realidad se venga tornando más espesa y oscura, desde D'Elía y demás patotas.Eso debe ser. El horizonte por ahí se nos pone difuso a los argentinos por épocas y no sabemos ver más allá de nuestras narices, lo que no quiere decir que narigones como Kirchner lleven alguna ventaja. De todos modos es una buena oportunidad para ensayar el piropo "hay humo en tus ojos". Y una curiosidad: ¿qué hace una monteriza como vos en una humareda como buenos aires? no te olvides del pago, mirá que muchos se van a baires y se les "suben los humos". Hasta la Victoria, siempre.
Publicar un comentario