Esta tarde decidí salir a consentirme.
Viene bien -de vez en cuando- darse un gustito.
Así fue que me convertí en una pretty woman del subdesarrollo y -lo que es peor aun- con ínfulas culturales (amen de toda la controversia que cause la palabra si es que están pensando en aquella Julia Roberts).
En fin, que me compré todo lo que mis ojos vieron y mis bolsillos permitieron.
Y no crean que fue mucho, pero me hizo ilusión ver de un solo tirón -todas amontonadas en mi bolso- aquellas cosillas que antes solían estar tras el vidrio (y que suene Cafetin de Buenos Aires).
Definitivamente fue un gran plan.
Para coronar me cante bajito "feliz, feliz no cumpleaños" y me agradecí el haberme malcriado.
Lo único que me generó desasosiego fueron las piernas. Haga lo que haga nunca llegarán a ser tan largas.
Pucha che, y yo que me creía en el súmmun de mi consentimiento.
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1 comentario:
Con-sentirme, sentirme conmigo. Roja y radiante como Roberts, de piernas no tan largas, como Daona. Ser pretty y ser woman, y andar por la street. Dijo Sofi ayer: "depende del lado de las palabras en que te ubiques, será el lado positivo o negativo". Qué mas lindo que sentirte con vos?.
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