jueves, 8 de enero de 2009

Maldición

Juan es solo malaonda, nunca conocí a nadie con peor humor. Jamás sonríe, ni anda bien, ni te da una palabra de aliento. Se dedica a trabajar en la fotocopiadora y a desanimar a cuanta persona se atreva a pedirle copias.
Yo evito, siempre, subir a verlo, pero hoy no pude; así que tomé coraje y enfrenté la escalera. Cuando llegué Juan estaba tirado con medio cuerpo sobre la mesa, la cabeza hacia abajo y las manos cubriéndole la mollera. Atrás las máquinas descansaban silenciosas sin ningún pendiente.
- que aburrido te veo Juan
- (suspiro de fastidio) a ver que me traes
- necesito siete juegos
- va a demorar
- (con resignación) bueno ¿para cuando estarán?
- con suerte, mañana a última hora
Di media vuelta y me fui blasfemando a su persona e injuriando su nombre.
Mientras descendía las mismas escaleras que había subido cinco minutos atrás, juré que escribiría este post.
Maldición, Juan, este es un día hermoso.
(suspiro de alivio)

1 comentario:

Anónimo dijo...

he conocido gente asi a la que le regalo una sonrisa a veces, es darle margaritas a los chanchos, puede ser, pero por ahi lo disfruto mas fantaseando qe algun dia creer perder de nuevo la l.u y detras del mostrador me van a decir: para para...vos sos la de la libreta que encontré-

besitos