Festejo la decisión del Senado y digo (parafraseando el titular de Página 12) que "Sí quiero" que todos tengamos los mismos derechos ante la ley y que la discriminación deje de ser asunto de Estado.
La aprobación, esta madrugada, del matrimonio entre parejas del mismo sexo es el pulgar arriba para la construcción de una sociedad más igualitaria. Como escuché ayer, las leyes no se promulgan para heterosexuales, sino para la ciudadanía en la que somos héteros, somos gays, somos lesbianas, somos trans, somos travestis, pero sobre todo, somos personas.
Me hace ilusión pensar que puede llegar el día en que dejemos de tenerle miedo al otro.
You may say I´m a dreamer, pero está claro que los 33 votos de ayer, más la gente en la Plaza del Congreso, más todos los que apoyamos esta ley, dan cuente de que I´m not the only one.
1 comentario:
Nope, you're not.
Naistumitiu, che.
Publicar un comentario