Es llamativo ver como hay cosas que nunca dejan de ser iguales, encuentrese uno donde se encuentre. La "ley" policial es una de ellas, siempre controlando, tan buchones ellos.El viernes pasado contemplé un operativo de los uniformados aquí en estas tierras lejanas.
Por supuesto que los muchachos estaban mucho más organizados que en mis pagos, pero a los fines de su oficio, terminan haciendo lo mismo. Aquél día, el asunto era "Portación de cara"; así es que pasaron toda la matina parando autos conducidos -en su mayoría- por inmigrantes o con apariencias de.
El procedimiento era el siguiente: uno de ellos se mantenía camuflado en una esquina y desde ese punto estratégico observaba a los vehículos; cuando encontraba alguno sospechoso, presionaba el botón de un aparatito que tenía en la mano. Unos metros más adelante, otros de su equipo lo frenaban y comenzaban las preguntas que -como eran en sueco- no pude entender.
Los miré largo rato hasta quedar azorada, entonces concluí que Karamelo Santo tenía razón: "La policia no baila".
Por suerte a todos mis cumpas y a mi, nos fascina el movimiento.
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