Es viernes en la noche y el panorama es tecito (en hebras, para que sea mas sofisticado), alfajorcito de dulce de leche (delicioso) y musiquita (de la que me gusta). Todo en diminutivo para medir las consecuencias -terribles- del fuera de hora.
Y comprender que se disfruta demasiado del home sweet home.
Y los caminos que queden por andar, esta noche que esperen.
A cada cosa su lugar, que el tiempo -aunque finito- sobra.
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1 comentario:
Tuvimos un Viernes requete parecido, salvo que yo cambie el alfajorcito y el té por mate con poleo y galleticas.Saludos norteños.
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