lunes, 16 de marzo de 2009

Como la de Don Mateo

Ariela dice que el lugar en el que trabajamos es como La peluquería de Don Mateo y tiene tanto de razón que todos nos reímos. Como nuestros escritorios están ubicados frente a la máquina de café, cada día desfilan ante nuestros ojos los mismos personajes, con sus historias, sus frases hechas, sus ráfagas de buen o mal humor, sus estilos y demases.

Sabemos que apenas ingresados se abarrotaran hordas de hombres hambrientos y recién levantados que comentarán sobre el asadito de la noche anterior, las declaraciones de Maradona respecto a Riquelme, como los golpeó el cambio de hora del sábado y los resultados del fútbol del domingo. Para cargar agua en el termo esperaremos entonces 30 minutos más.

Después comienzan a aparecer los chicos del correo interno; primero un sobre, después otro, urgente urgente una notificación de la Super (jerga) y así. Ahora llega Martín que por suerte consiguió monedas y además trae un paquete extraño sin remitente.

Fija es que cercano al mediodía aparece Damián, nuestro amigo reponedor de la máquina, que también es boxeador, aunque se rompió los meniscos y entonces, puta madre no se si voy a volver a pelear. Y casi que pisándole los talones viene Paula Carina muerta de hambre para preguntarnos cuando vamos a comer.

Y Alberto el del correo externo y Mirem del sexto piso que busca Fanta Naranja (y nosotras siempre coreamos que nadie comparte esa diversión) y Silvita para saber si necesitamos algo de afuera y los fumadores que aprovechan el patio interno y la lista podría ser muchísimo mas larga.

Lo que es seguro es que cuando el reloj da las 18 aquí no queda nadie, ni nosotras. Entonces se apagan las luces y comienzan a pasar los créditos. Al día siguiente la misma rutina y así hasta el viernes.

Es curioso como, si lo observan, todo está mucho más guionado de lo que parece. Apuesto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si mi querida Amiga... no creo haberle encontrado mejor parentezco a nuestro rinconcito.... es un poco el reflejo de lo rutinaria que nos puede ser la vida en la "Gran Ciudad".
Sólo quiere decir...que extraño mi radio, con el idiota de los mediodias y el famoso ..LO PEDIS LO TENES... en fin...Que se venga otro capítulo de la peluqueriaaa!!

Rodrigo dijo...

"La tarea de ablandar el ladrillo todos los días, la tarea de abrirse paso en la masa pegajosa que se proclama mundo, cada mañana topar con el paralelepípedo de nombre repugnante, con la satisfacción perruna de que todo esté en su sitio, la misma mujer al lado, los mismos zapatos, el mismo sabor de la misma pasta dentífrica, la misma tristeza de las casas de enfrente(...)
Negarse a que el acto delicado de girar el picaporte, ese acto por el cual todo podría transformarse, se cumpla con la fría eficacia de un reflejo cotidiano...

Cortazar

Te vi en sitios amigos de Mari Pater y bue. Beso!