lunes, 24 de mayo de 2010

Aquí se quedan las claras

Con motivo del Bicentenario me propuse hacer ambrosía, un postre típico del noroeste argentino, pero sobre todo un clásico familiar.
La receta que manejamos es la de mi abuela, que a su vez se la dio su mamá, a quien se la había enseñado a hacer su mamá, que la había aprendido de mi tatara tatara abuela, que fue quien la inventó, porque sino ya nos fuimos de los 200 años de historia.
Cuestión que la ambrosía solo lleva 2 litros de leche y dos tazas de azúcar que se colocan al fuego y se dejan cocinar hasta que alcance un punto anterior al del dulce de leche. Aproximadamente después de tres horas se saca del fuego y se deja enfriar, luego se colocan cinco yemas y se cocina un poquito mas. Lo que no hay que dejar es que hierva y listo.
Así explicaba mi abuela Cachito y mi mamá lo intentó, sin buen desempeño, dos veces. Lo que fue una tragedia en el seno familiar ¿Significaba acaso el fin de la ambrosía?
El sábado me dispuse a terminar con la tristeza y emprendí la ardua empresa. Hice todo según las instrucciones, sin éxito. Llamé a mi mamá para contarle que la cosa no tomaba consistencia. Probá usando las claras me dijo y obedecí.
Golazo!!!
La ambrosía quedo un espectáculo y descubrimos que Cachito -vieja zorra- no había revelado todos los secretos. ¿Cuantos mas se habrá llevado? me pregunté, mientras saboreaba con gusto el postre familiar.

3 comentarios:

ioqui dijo...

Si se revelaron todos los secretos sería un caos! Pero tiene todo su encanto ir descubriendo, en la cotideaneidad, aquellas pequeñas cositas que no se pudieron decir, no?
Qué rico ambrosía! En el casamiento de la Edu había muchaa ay! me la comí toda! Alguien (seguramente porteño, no recuerdo bien) me preguntó qué era eso y le dije que no tenía desperdicio, que probara...no sé si tuvo coraje, yo me fui feliz a bailar con mi ambro.

Anónimo dijo...

Que ganas de ambrosía con clarita compartida con gente querida... y esa magia alrededor de la mesa. Hoy me reconecto con el renovado espanta pájaros y su gente. Un deleite como siempre.
Ana.

Anónimo dijo...

...día de reencuentros.