En Monteros en lo ´90, computadoras solo había en la Municipalidad, en los institutos de computación, una en la escuela Normal y otra en la casa de la Vero.
El boom tecnológico lo vivimos - en nivel micro- a gran escala. Cursos de computación, asignaturas en las escuelas, requisito excluyente para conseguir trabajo. Era una cosa de locos y había que ponerse a tono.
Por supuesto los muchachos de la Escuela Técnica tenían ventajas por sobre cualquier otro estudiante, el resto empezábamos a "navegar" las aguas todavía vírgenes de la cibernética, mientras veíamos Verano del 98 y los sábados a la noche bailábamos "lo mejor del amor".
En cuanto a la casa de la Vero, pasamos días enteros en ese departamento del Barrio Alberdi peleándonos con el word, la configuración de páginas y otros detalles. Después vinieron los precios accesibles y poco a poco cada uno fue teniendo compu en su casa. No se acabaron las reuniones, pero si el misterio.
Hoy, saber computación no es excluyente, sino fundamental. Nos comunicamos por facebook y escribimos blogs, los posters ya no se hacen mas en cartulinas sino que se plotean, las presentaciones se hacen en digital y nuestra presidenta regala netbooks o notebooks (no se bien) a los estudiantes secundarios.
Festejo que el conocimiento se haya democratizado. Pero me pregunto como habrán asimilado en la casa de la Vero estas nuevas instancias.
El boom tecnológico lo vivimos - en nivel micro- a gran escala. Cursos de computación, asignaturas en las escuelas, requisito excluyente para conseguir trabajo. Era una cosa de locos y había que ponerse a tono.
Por supuesto los muchachos de la Escuela Técnica tenían ventajas por sobre cualquier otro estudiante, el resto empezábamos a "navegar" las aguas todavía vírgenes de la cibernética, mientras veíamos Verano del 98 y los sábados a la noche bailábamos "lo mejor del amor".
En cuanto a la casa de la Vero, pasamos días enteros en ese departamento del Barrio Alberdi peleándonos con el word, la configuración de páginas y otros detalles. Después vinieron los precios accesibles y poco a poco cada uno fue teniendo compu en su casa. No se acabaron las reuniones, pero si el misterio.
Hoy, saber computación no es excluyente, sino fundamental. Nos comunicamos por facebook y escribimos blogs, los posters ya no se hacen mas en cartulinas sino que se plotean, las presentaciones se hacen en digital y nuestra presidenta regala netbooks o notebooks (no se bien) a los estudiantes secundarios.
Festejo que el conocimiento se haya democratizado. Pero me pregunto como habrán asimilado en la casa de la Vero estas nuevas instancias.
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