Siempre me pregunto porque lo anacrónico de mis deseos.
Verdaderamente resulta un tanto obsoleto pensar en términos de lucha del pueblo, revolución, abolición de las instituciones y libertad imperante.
Sobre todo porque hoy día, no existe una fuerza de dominación clara, la clase media no se siente oprimida y hace ya 27 años que en este país se vive en democracia.
Sin embargo no me alcanza. Teniendo en cuenta estadísticas, Latinoamerica es el continente mas desigual del mundo (salvando a Cuba). Y considerando mi propia percepción, la calle refleja a diario esa desigualdad. Además (aunque por suerte ya pasó), Tucumán se hizo famosa en los últimos años por la desnutrición de sus niños.
Esto no quita que también me guste pensar y hablar de otras cosas: el amor, la familia, la literatura, las diferentes formas que tiene la luna. Y tampoco quiere decir que soy de las que ven el vaso siempre medio vacío.
Por el contrario, creo. Creo que cada uno de nosotros, desde el lugar que ocupe puede trabajar para acortar las desigualdades. Creo que la alfabetización para todos y la asignación universal por hijo son herramientas necesarias para el cambio. Creo en toda la buena gente que quiero y conozco y eso no es poco. Y creo además, que no hace falta hacer demasiado, solo tener en cuenta ciertos datos. Soy tan optimista que hasta creo que lo demás viene por añadidura.
Verdaderamente resulta un tanto obsoleto pensar en términos de lucha del pueblo, revolución, abolición de las instituciones y libertad imperante.
Sobre todo porque hoy día, no existe una fuerza de dominación clara, la clase media no se siente oprimida y hace ya 27 años que en este país se vive en democracia.
Sin embargo no me alcanza. Teniendo en cuenta estadísticas, Latinoamerica es el continente mas desigual del mundo (salvando a Cuba). Y considerando mi propia percepción, la calle refleja a diario esa desigualdad. Además (aunque por suerte ya pasó), Tucumán se hizo famosa en los últimos años por la desnutrición de sus niños.
Esto no quita que también me guste pensar y hablar de otras cosas: el amor, la familia, la literatura, las diferentes formas que tiene la luna. Y tampoco quiere decir que soy de las que ven el vaso siempre medio vacío.
Por el contrario, creo. Creo que cada uno de nosotros, desde el lugar que ocupe puede trabajar para acortar las desigualdades. Creo que la alfabetización para todos y la asignación universal por hijo son herramientas necesarias para el cambio. Creo en toda la buena gente que quiero y conozco y eso no es poco. Y creo además, que no hace falta hacer demasiado, solo tener en cuenta ciertos datos. Soy tan optimista que hasta creo que lo demás viene por añadidura.
1 comentario:
Hace tiempo que me defino como "una entusiasta" y me parece que vos entrás en esa definición también... de esas personas que buscamos el "todo bien" y creemos que ya va ir llegando... pero no nos sentamos a esperar que llegue mano sobre mano (no sea cosa nos lleve el diablo), no! vamos haciendo algo en el camino... delineándolo si quiera...
un abrazo!
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